Hace unos meses tuvimos el honor de vestir a Ana Gayoso, creadora de anaggayoso, en la boda de su hermana Covadonga. No puedo estar más contenta con el resultado y con la acogida que tuvo nuestro diseño, pero es que con una modelo como Ana todo es mucho más fácil!
En este post quiero centrarme en contaros todo sobre el proceso de diseño y confección de su vestido y capa, para mostraros un poquito más de cerca cómo trabajamos en el atelier y cómo es el proceso de creación de un diseño exclusivo y a medida. Quiero dar las gracias a Víctor y Pablo, fotógrafos y creadores de Estudio Canapé, que nos han acompañado inmortalizando las diferentes fases del proceso.
En nuestra primera charla al respecto, Ana me habló de lo que a priori le apetecía: terciopelo, manga larga, largo midi, color granate seguramente… basándome en esta conversación, y en lo que conozco de su estilo, le presenté varios bocetos y ella sin dudarlo se decantó por este:
Pero el frío en Oviedo, ciudad donde se celebró la boda, y especialmente en la catedral, nos hizo pensar que había que añadirle al vestido una prenda de abrigo, y nos decidimos por una capa con cuello desmontable, que según me dijo ella misma, ¡causó sensación! Al introducir la capa en el look decidimos reservarnos el terciopelo para esta, y buscar otro tejido para el vestido. Para ello hicimos una escapada a José María Ruiz, y después de mucho buscar entre diferentes tejidos en colores lisos, nos topamos con esta gasa de seda estampada con motivos florales en tonos azules, corales, anaranjados, verdes… que poquito a poco nos fue enamorando a las dos.
Al elegir este tejido tan especial, y tan diferente al que teníamos pensado para el vestido inicial, hubo que hacer algunos cambios en el diseño. Fue entonces cuando le propuse cambiar la manga larga más ceñida por una manga ablusada, con puño camisero, y añadirle a todo el recorrido del escote un vaporoso volante para un resultado más boho.
Por supuesto, este tejido marcó también el color de la capa, y sustituimos el granate inicial por un azul marino. Finalmente nos decantamos por un terciopelo de algodón en lugar del de seda que habíamos pensado, porque aunque la caída que tiene el de seda es super especial y nos encantaba, el color del de algodón encajaba mucho mejor con el tejido del vestido, y su acabado menos brillante nos convenció más para la ocasión y el tipo de prenda. Por último, añadimos a la capa un cuello de piel a tono con la misma que le daba un toque super sofisticado e invernal, y lo mejor, ¡el cuello es desmontable por lo que lo puede quitar cuando quiera y utilizar capa y cuello por separado según le apetezca!
A lo largo del proceso Ana vino al taller tres veces para las pruebas, en las cuales fuimos ajustando el vestido para que una vez terminado le quedara como un guante. Cuando te haces un vestido a medida, esta parte en concreto puede parecer un poco pesada, pero es fundamental probar el vestido en sus diferentes fases para lograr el mejor resultado posible.
Tengo que decir que disfruté muchísimo durante la creación de este vestido, pude conocer más de cerca a Ana que es un auténtico encanto, y quedé muy satisfecha con el resultado, no sólo porque a mí me guste, sino porque ella me transmitió en todo momento lo encantada y feliz que estuvo con su look, y eso es una de las mejores cosas que me puede decir una clienta, y el motivo por el que trabajo cada día con esfuerzo e ilusión.
Para la ocasión Ana contó una vez más con Peluquería Suárez. Como complementos escogió un bolso mint y un tocado de tul de plumeti rosa muy especial de Mimoki, y unos zapatos de Aquazzura que también eran una delicia. Os dejo aquí unas cuantas fotos del look completo, realizadas por Dias de Vino y Rosas el día de la boda, para que juzguéis por vosotros mismos.
Y a vosotros, ¿qué os parece este look de invitada?
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